Las primeras formas que nuestros hijos e hijas tienen para comunicarse es la sonrisa, así aprenden a hacer reír a los demás, lo que refuerza el momento de la diversión y desarrolla más sus habilidades sociales. Los pequeños que ríen y les gusta hacer reír suelen ser más participativos en las actividades que se proponen y forman parte de ellas. La risa es algo que todo ser humano tiene interiorizado de una forma muy natural, por lo que no suele llamar la atención que un niño o una niña ría. Sin embargo, la risa se puede potenciar y reforzar todavía más con pequeños juegos o canciones.

Quien ríe mucho, se convierte en una persona más asertiva y con mejor autoestima y, por tanto, mejora su calidad de vida, además aumenta la memoria y la capacidad de pensamiento creativo, ya que permite una mayor llegada de oxígeno al cerebro. El ser humano es la única especie que puede hacerlo. Resulta increíble cómo algo tan pequeño hace sentir cosas tan grandes y no se le presta mucha importancia, pero es algo que se debe valorar y trabajar desde nuestros hogares.

Nosotros como padres tenemos entre nuestras tareas más importantes la de proporcionar un ambiente de felicidad, donde abunden las sonrisas, las risas y las carcajadas, a nuestros hijos es muy importante compartir momentos felices en familia.

Es fundamental que en nuestras familias existan las sonrisas, porque nuestros hijos e hijas son capaces de sentir y recibir la negatividad que trasmitimos los adultos, especialmente nosotros como padres. Todos tenemos problemas, días malos en los que lo único que deseamos es estar en cama y no saber de nadie, pero nuestros hijos e hijas no tienen por qué vivir en un ambiente tenso y negativo, porque las sonrisas es parte fundamental de su desarrollo. A través de nuestras sonrisas podemos mostrar todo tipo de sentimientos, de afecto, de cariño, de simpatía o de apoyo. Recibir una sonrisa de una persona, sea o no conocida, nos ayuda a cambiar un estado de ánimo negativo, y nos hace el día, una sonrisa te inspira, te hace ver la luz en la obscuridad, nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Quizás pensamos que un gesto tan sencillo no puede tener tanta relevancia para la salud, pero existen estudios científicos que avalan esta afirmación, una simple sonrisa está cargada de información, con la particularidad de que esta siempre será positiva, y es una forma de expresar sentimientos sin tener que hablar.