Menu


¿Necesito controlar los celos?
¿Cuándo llegan a ser los celos un problema?


Fuente: Almas



Cuando el mira a otra, ¡no puedo soportarlo!
Cuando ella mira a otro, ¡No lo soporto!

Reconócelo, por más que quieras, no puedes remediarlo, y fiscalizas todo lo que él o ella hace. Piensas que es normal, que es parte del amor.

• ¿Cuándo llegan a ser los celos un problema?
Los celos son una emoción complicada que provoca desconfianza acompañada de pensamientos de desamor hacia la persona amada. Es normal sentirlos, sí, pero no con intensidad. No es normal que sin tener motivo desconfíes de tu pareja, y la sometas a pruebas de afecto constantes.
El problema ante los celos tiene una raíz que tiene que ver con su autoestima y autoimagen, sentido de integridad, valores morales y culturales. Los celos hacen mella en personas con baja autoestima, que se vuelven desconfiados e inseguros.

La psicoterapeuta estadounidense, Tina M. Tessina, explica que los celos “surgen en personas que han desarrollado una pobre imagen de sí mismas o creen que ya no ofrecen expectativas interesantes a sus parejas”.
Si no hay un espacio propio para cada uno de los dos, se corre el riesgo de ser alguien incapaz de hacer nada a solas. Cuando uno busca un poco de independencia –unas zonas naturales de autonomía-, el otro se siente mal y surgen los celos.
Dice un refrán: “El león cree que los demás son de su condición”. Si tú eres infiel, es lógico que pienses que te van a hacer lo mismo.¿Quieres cambiar? ¿Cómo te gustaría ser, qué podrías hacer para lograr el cambio de actitud?

El amor es de suyo exclusivo; la amistad, no. Todos queremos amar y ser amados. Cuando los celos no enturbian la relación pueden tener efectos positivos. En la época en que vivimos se requiere una mínima presencia de celos. La persona que siente celos “sanos” no desarrolla conductas limitadoras de la libertad del otro. Sin embargo, los celos negativos –excesivos- desgasta la relación hasta el punto de acabar con ella; son destructivos.



• No veas fantasmas
Los celosos dan muchas vueltas a la imaginación, y puede llegar a convencerse de que lo que pasa en su mente es verdad. Ven fantasmas: se enfurecen por un mínimo gesto sospechoso. Es frecuente que quien padece de celos no lo reconozca. Es vital que lo acepte y lo dialogue. La persona celosa cree saber más de ti que tú mismo/a (Bárbara Breva).
Benedicto XVI dice que el hombre sólo se conoce a sí mismo cuando aprende a conocerse a partir de Dios, y sólo conoce al otro cuando ve en él el misterio de Dios (cfr. Jesús de Nazaret, 331).


• ¿Sabes cómo superarlos?
Los celos patológicos son una enfermedad y pueden provocar trastornos en la personalidad: alteraciones del sueño, de la alimentación, pensamientos obsesivos y emociones de rabia, tristeza y ansiedad muy intensa.
Para superarlos hay que reconocerse celoso, desear liberarse de ellos e intentar sufrir menos. Muchas veces se requiere de la ayuda de un especialista. La persona celosa difícilmente podrá llegar a ser feliz por su continua necesidad de controlar al otro.
Ninguna persona “pertenece” como si fuera un objeto. Los hijos no son “propiedad” de los padres; los esposos no son propiedad uno del otro, pero se pertenecen de un modo mucho más profundo. Los seres humanos no se pertenecen como una posesión, como una cosa, sino en la responsabilidad. Se pertenecen porque aceptan la libertad del otro y se sostienen el uno al otro en el conocerse y amarse.

• Remedios
a) Lo primero es intentar de apartar los pensamientos obsesivos. Piensa: “me voy a enfermar si no supero las obsesiones”.
b) Acepta que lo eres y pide ayuda.
c) Refuerza tu autoestima.
d) No pienses que el otro te pertenece.

Oración para pedir la liberación de los celos

Señor, mi Dios, vengo hoy a pedirte ayuda. Espero que vengas a socorrerme pues los celos que siento me hacen sufrir mucho. Es una sensación desagradable, una fuerza motora tan fuerte y descontrolada que me hace tomar actitudes mesquinas, egoístas, vengativas y destructivas.
Se que nadie merece ser tratado así, siendo vigilado el día entero, pero es como si mis sentidos se la pasasen buscando motivos para alimentar la desconfianza y los celos.
Señor, busqué la ayuda profesional de terapeutas, intenté hacer ejercicios de control, me propuse muchas veces desviar mi atención y hacer otros ejercicios para controlar mis impulsos pero fracasé.
Por estos celos enfermizos perdí muchas amistades, destruí relacionamientos y relaciones profesionales. Este comportamiento me aleja de la convivencia con los otros y de los relacionamientos saludables.
No hay nada más terrible que verse solo, abandonado, con los amigos cada vez más lejos. Muchas veces fui visto como egoísta por este sentimiento.
¡Señor, libérame de este sentimiento tan terrible! Mis padres, mis amigos, las personas con quienes conviví en este tiempo me dicen que necesito cambiar, que necesito ayuda para transformar este comportamiento, por eso vengo a ti, es en tí que busco mi socorro.
Pido al Espíritu Santo, que tiene el poder de renovar todas las cosas, un renacimiento para una vida nueva. ¡Ven Espíritu Santo, ilumina mi vida, ayudame a sanar mis heridas ineriores. Cúrame de todos los traumas, conscientes o inconscientes, que pueden estar causando estos celos.
Te pido Espíritu Santo que Tu luz llegue a mis pensamientos, enseñandome a lidiar con lo que no sé. Libérame Señor, de las raíces amargas de los celos, de la inseguridad, del miedo de perder al otro. Liberame de todos los sentimientos de soledad e inferioridad que producen estos celos.
¡Ven Espíritu Santo! Dame la gracia de ser una persona segura, contenta consigo misma, sin miedo de perder su lugar en la vida de los otros.
Espíritu Santo de Dios liberame de toda influencia maligna en mis sentimientos, de toda idea obsesiva que muchas veces aprisiona al otro, en mis afectos desordenados. Ven y dame un corazón nuevo, una vida nueva, pensamientos nuevos.
Liberame de divisiones y discordias provocadas por los celos exagerados y sin fundamentos. Perdoname Señor por mis celos y por todo el sufrimiento que causé a los otros.
Hoy quiero recomenzar, revestido de tu Espíritu Santo, pues El me ayudará a controlar todo mi ser, para que pueda amar al otro con amor incondiconal.



 

Si tienes alguna duda, escribe a nuestros Consultores

Recibe nuestro material y novedades directamente a tu correo electrónico ¡Suscríbete!







Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |