Cinco claves para la vida cristiana
Por: Jesús de las Heras | Fuente: Religión en Libertad

¿Cuáles son para el Santo Padre Francisco las prioridades de los cristianos y de la misión de la Iglesia?
He aquí, en cinco rasgos, en cinco claves, las líneas maestras de su magisterio y estilo pastoral.
1.- La novedad, la permanente novedad del Evangelio y de la condición de ser cristianos:
Se trata de no acostumbrarnos, de no acomodarnos, de no instalarnos en una fe de salón o de fachada, facilona, cómoda, acomodaticia, cansada, adormilada, aburguesada, sin nervio evangelizador, sin capacidad de asombro, sin apertura efectiva y afectiva a la providencia, sin demanda de la conversión permanente,
De la novedad como estilo de vida del cristiano, ya habló el Papa Francisco en su homilía de la Vigilia Pascual de la noche del pasado sábado santo, día 30 de marzo.Y en su homilía de la misa de Pentecostés, el domingo 19 de mayo, Francisco afirmó que "la novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según nuestros esquemas, seguridades, gustos. Y esto nos sucede también con Dios. Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones; tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos".
Y tras proponer algunos ejemplos bíblicos de cómo distintos creyentes estuvieron abiertos a la novedad de Dios, el Papa Francisco subrayó que esta, que "la novedad que Dios trae a nuestra vida es lo que verdaderamente nos realiza, lo que nos da la verdadera alegría, la verdadera serenidad, porque Dios nos ama y siempre quiere nuestro bien. Preguntémonos: ¿Estamos abiertos a las "sorpresas de Dios"? ¿O nos encerramos, con miedo, a la novedad del Espíritu Santo? ¿Estamos decididos a recorrer los caminos nuevos que la novedad de Dios nos presenta o nos atrincheramos en estructuras caducas, que han perdido la capacidad de respuesta?".
2.- La toma de conciencia de la vocación: No se trata solo de la vocación sacerdotal o a la vida consagrada
Se trata de la vocación, en definitiva, a la vida a través de sus distintos estados. Ilustra estas ideas el siguiente fragmento del discurso del Papa a la religiosas pertenecientes a la Unión Internacional de Superioras Generales, a quienes recibió el miércoles 8 de mayo. "Jesús, en la Última Cena, se dirige a los Apóstoles con estas palabras: «No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido» (Jn 15, 16), que nos recuerdan a todos -y no solo a nosotros los sacerdotes- que la vocación es siempre una iniciativa de Dios.
Esta toma de conciencia de la vocación cristiana -la vocación de cada uno de los cristianos- se ha traducirse en seguimiento, adoración y servicio. Escribió Francisco en su cuenta en Twitter el 7 de mayo: "No nos contentemos con una vida cristiana mediocre. Caminemos con decisión hacia la santidad". Y el 16 de mayo, también en Twitter, dejó escrito este mensaje: "No podemos ser cristianos por instantes. Busquemos vivir nuestra fe en cada momento, cada día".


