El universo dentro y fuera de nosotros
Por: L´Osservatore | Fuente: L´Osservatore

De pequeños nos acostumbramos a oír historias que explican el origen de las cosas dentro y fuera de nosotros. Cuando nos hacemos adultos aprendemos también nosotros a contarlas. Y conservamos el placer de aprender otras nuevas. Como astrónomos tenemos la tarea de narrar a la humanidad una historia: la del universo. ¡Un universo que tiene catorce mil millones de años!
Desde sus orígenes, el ser humano ha sentido la necesidad de buscar una explicación racional que le permita comprender el sentido más profundo del cosmos que le rodea. Normalmente pensamos en el universo fuera de nosotros. Pero nos olvidamos de que la materia de las cosas de nuestro mundo cotidiano y de nuestros propios cuerpos está producida por el núcleo de las estrellas.
En el "Himno a la Materia" Teilhard de Chardin la cantaba como "triple abismo de las estrellas, de los átomos y de las generaciones, tú que atravesando y disolviendo nuestras angostas medidas, nos revelas la dimensión de Dios". He aquí que el conocimiento del universo ensancha nuestro corazón.
Tres instituciones han decidido relatar su contribución a este itinerario de conocimiento de la materia: el Instituto nacional de física nuclear (INFN), el departamento de física de la universidad de Pisa y la "Specola Vaticana" (observatorio astronómico. Ndt). Mientras que esta última se ocupa de astronomía teórica y observativa, el INFN y el departamento de física se ocupan de aquellas temáticas que son indispensables para unificar el conocimiento del cosmos. En efecto, si los telescopios nos permiten conocer lo infinitamente grande, los aceleradores de partículas nos ayudan a conocer lo infinitamente pequeño. Que, por lo demás, es la semilla de la cual lo infinitamente grande floreció. ¡Ya este singular acercamiento entre "grande" y "pequeño" debería suscitar nuestra maravilla!
La historia del universo no se podría contar sin nuestras "pequeñas" historias humanas. En esta encrucijada de historia cósmica e historia humana, Pisa es un lugar privilegiado. Fue cuna de Galileo Galilei y también la ciudad donde, de 1903 a 1931, desarrolló su ministerio pastoral el arzobispo Pietro Maffi, desde 1907 cardenal de Santa Romana Iglesia.
Maffi fue un apasionado divulgador de astronomía. Unánime era la estima que obtenía en el ambiente científico. Tanto que, en 1904, Pío X le nombró presidente de la Specola Vaticana con el encargo de reorganizarla y de encontrar un nuevo director (elegido después en la persona del jesuita Johann G. Hagen) en un momento delicado de la historia de la institución. Maffi vivió su doble pertenencia ―al mundo de la Iglesia y al de la ciencia― como ocasión para favorecer el diálogo y la colaboración entre estos dos ámbitos de la experiencia humana, pensados no ya como conflictivos, sino como cooperantes en la búsqueda del significado más profundo de la existencia humana.
La exposición "Historia del otro mundo: el universo dentro y fuera de nosotros", que tendrá lugar en Pisa la próxima primavera, se ocupa de la naturaleza de los elementos que componen el universo y también de los seres vivientes. Se mueve desde el inmaterial fotón que nos trae la luz hasta las partículas que se encuentran en el origen de la masa, como el bosón de Higgs. Este viaje cósmico en las profundidades de la materia prosigue en el sistema solar, las estrellas de la Vía Láctea, hasta las galaxias lejanas.
Con todo, no olvidemos que en nuestra aventura cósmica existen aún cuestiones sin resolver, a las que la ciencia intenta responder. Por ejemplo, ¿qué es la materia oscura y la energía oscura? Vale la pena recordar que, según nuestro conocimiento más actualizado del universo, éste está compuesto sólo por el 4% de materia "normal", o sea, hecha de átomos, mientras que el 23% está constituido de materia oscura y el 73% de energía oscura.
La exposición, si bien está abierta al gran público, se dirige sobre todo a los jóvenes. Hablando a los estudiantes durante la visita pastoral realizada en septiembre de 2010 al Reino Unido, Benedicto XVI dijo: "Existe siempre un horizonte mayor (´a big picture´), en vuestras escuelas católicas, por encima y más allá de las materias individuales de vuestro estudio y de las diversas capacidades que adquirís... Pero recordad siempre que cada materia que estudiáis se incluye en un horizonte más amplio". Una invitación que suena familiar a todos los astrónomos. Que trabajan y estudian animados por la conciencia de que su tarea es abrir a la humanidad horizontes cada vez más amplios.


