Menu


El Rosario
La oración que marca el ritmo de la vida de cada sacerdote


Por: Radoslaw Kimsza | Fuente: cristiandad.org



La oración del Rosario parece una de las oraciones más fáciles propuestas por la Iglesia. De hecho, al comienzo de su historia era rezada sobre todo por los hermanos (hermanos legos, conversos, iletrados) que no tenían la posibilidad de participar en la oración litúrgica del coro. En realidad el rosario es una oración contemplativa. Nos hace pasar a través de todos los misterios de nuestra redención. Así, comenzando con la oración que nos enseñó Jesús y que nos autoriza a invocar a su Padre como nuestro Padre, repetimos el Ave María -el saludo del Ángel dado a la más grande entre todas las creaturas- y, mientras los hacemos somos invitados a contemplar los más grandes misterios de nuestra Redención en cada decena de Aves Marías.

En los misterios gozosos entramos en la casa de la mujer de Nazareth para escuchar el mensaje salvífico del Divino Mensajero, vamos a Ain Karim con Santa Isabel y con ella proclamamos la maternidad divina de María. En Belén nos quedamos con estupor y honramos con los pastores a nuestro Redentor. Después la vemos en el templo donde presenta ante Dios a su propio Hijo y lo reencuentra entre los doctores llenos de estupor por su inteligencia.

En los misterios dolorosos contemplamos la pasión de Jesús y de María que lo acompañaba, según la tradición desde Getsemaní hasta el Calvario. En los misterios gloriosos reflexionamos en el triunfo de Jesús, en el que tiene parte su Madre Corredentora.

El Rosario junto a la liturgia de las horas, está inscrito en la vida espiritual del sacerdote. La riqueza mística de esta oración permite a cada sacerdote entrar en el misterio de la propia vocación, hace contemplar los principios de la vida sacerdotal y da la posibilidad de retornar a los momentos más íntimos en los que nacía crecía y maduraba la llamada de Jesús a seguirlo. Sin duda la vida sacerdotal pasa por momentos gozosos pasando por los dolorosos para llegar a aquellos gloriosos que tendrán su cumplimiento en la vida futura a la cual se dirigen las palabras: ¡Venga tu Reino!

La contemplación de los misterios del Rosario puede llegar a ser un examen de conciencia de la devoción sacerdotal a María. Ésta consiste en imitar sus virtudes. Lo ha recogido Su Santidad, Pablo VI en la encíclica Marialis Cultus. A través de las indicaciones del Santo Padre tenemos la posibilidad de verificar la fe, la aceptación de la palabra de Dios y la obediencia (el misterio de la Anunciación con sus puntos de referencia: Lc 1, 26-38; 1, 45; 11, 27-28; Jn 2, 5); la humildad, la caridad solícita y la pobreza (el misterio de la Visitación: Lc 1, 48. 39-56); la sabiduría reflexiva (el misterio del Nacimiento: Lc 2, 41-52; Lc 1, 29-34); la piedad hacia Dios (el misterio de la presentación: Lc 2,21-41); la fortaleza en el dolor (el misterio de la crucifixión y del Via crucis: Jn. 19, 25); el permanecer con Jesús en todos los momentos de la vida (Cfr. Lc 2, 1-7; Jn 19, 25-27); la pureza (Cfr. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-28).

Muy expresiva en la explicación del rol del Rosario son las palabras del Santo Padre Juan Pablo II: El Rosario es mi oración predilecta. ¡Oración maravillosa! Maravillosa en su simplicidad y en su profundidad. A estas palabras (del Rosario) se asocia toda la Iglesia. El Rosario es un comentario-oración de la admirable presencia de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Nuestro corazón puede encerrar en estas decenas del Rosario todos los hechos que componen la vida del individuo, de la familia, de la nación, de la Iglesia y de la Humanidad. Así la simple oración del Rosario lleva el ritmo de la vida humana. (Juan Pablo II, Angelus, 29.10.1978). Del mismo modo podemos decir que la oración del Rosario lleva el ritmo de la vida sacerdotal.

La contemplación de los misterios del Rosario puede llegar a ser un examen de conciencia de la devoción sacerdotal a María.

 

Suscríbase aquí
para recibir este servicio en su e-mail




Le invitamos a participar en el FORO PARA SACERDOTES. Una comunidad para que los sacerdotes de todo el mundo puedan interactuar y beneficiarse compartiendo conocimientos, intercambiando experiencias, logros y dificultades.









Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |